

Pregunta sencilla, pero difícil. Tiene su “quit”. Cuando inicié mi camino como clarisa, Santa Clara de Asís, no existía para mí. No sabía nada de ella, ni de su vida y por supuesto desconocía absolutamente la grandeza espiritual de esa mujer del siglo XIII.
Ahora, unos años después, entre aciertos y contradicciones, su acompañamiento como madre, hermana y mujer ha gestando y configurando totalmente mi seguimiento de Jesús pobre y humilde.
Los irrenunciables evangélicos de fortaleza y sensibilidad; marginación y protagonismo; cuidado y dignificación…al estilo de Santa Clara marcan mi día a día. Santa Clara es, mi “acompañante espiritual” en mi consagración como mujer y franciscana.

Per a mi santa Clara és guia en el camí de seguiment del Crist Pobre i Crucificat; mestra de contemplació de la pobresa benaurada, de la santa humilitat i la inefable caritat que es troben en Jesús Crucificat i instructora de l’oració d’intercessió.

La meva Mare que em nodreix i m’acarona amb les seves paraules i el seu exemple. La Germana gran que m’instrueix i em condueix en el seguiment del Crist Pobre i Crucificat. La meva companya de camí que m’agafa de la mà i m’empeny a seguir endavant en el camí de les benaurances. La dona que amb el seu etil de viure m’anima a “lluitar” per la meva dignitat i igualtat de dona en la societat i en la meva realitat.

Para mí, santa Clara representa la vivificación de la Palabra de Dios; ella, servidora fiel del Padre, me enseña cómo se debe estar enamorada de Jesús, teniéndole solo a él como Dios y, desde este amor, abrir el corazón y los brazos para construir la fraternidad.Creo que ella vivió el salmo 14 y desea que recuerde que quien entra a la casa del Padre practica la justicia, no difama ni hace mal a su prójimo, honra a los que temen al Señor.